Muy personal

Vaya por delante que este es un post en primera persona. Para bien y para mal.  Y lo escribo en parte animado por el ejemplo de otro colega, Mitxel Ezquiaga, que en esta estupenda columna ha hecho hoy su streaptrease personal sobre el mismo tema. Ha sido después de leerlo cuando he pensado que los relatos en primera persona  pueden aportar algo al momento que vivimos en EuskalHiria/Euskalherria porque son ya demasiados años de pesada carga,  ese peso sobre los hombros  que tan certéramente  describió Bernardo Atxaga en «La Pelota Vasca La Piel Contra la Piedra. Por cierto, aprovecho para sugerir humildemente a los programadores de TV  su inmediata re-emisión.

Demasiados años de  «nosotros» y «ellos» y aunque me reconozco  en ese «nosotros» a veces veo que falta aire para el «tú» y  el «yo». La columna de Mitxel, creo, va por ahí.

Enseguida he pensado: ¿y por qué ahora surge el «yo» con tanta fuerza»? ¿por qué, de repente, me siento diferente?. Pues creo que es porque me siento más libre. Y me siento más libre porque tengo menos miedo.

Sí, el miedo es la clave. Ahora  lo veo con más claridad. Porque el miedo -en mi vida profesional- ha estado ahí desde el principio.  Lo sentí por primera vez a mediados de los 80  en un bar de la calle Aldamar de San Sebastián, cuando un artificiero de la policía nacional o la ertzaintza, no recuerdo, nos indicó a tres 3 plumillas -yo de prácticas para la emisora local de Antena 3 Radio- que teníamos que abrir la boca y taparnos los oídos porque iban a efectuar una explosión controlada en el coche bomba que ETA había aparcado a la vuelta de la esquina, en la entrada al Paseo Nuevo, frente a la sede actual de la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa.  Es mi primer recuerdo de ETA como periodista. Habría muchas más ocasiones. Muchas. Pero siempre estaba ahí el miedo.  Miedo,  a veces directo, como durante una conexión desde el DV el día del  asesinato de Santi Oleaga cuando un joven me sacó media docena de fotos, me miro desafiante a los ojos y se largo . Miedo,  en ocasiones físico, al ver como un individuo de abalanzaba hacia la mesa en el plató de Teleberri para acabar desplegando una pancarta de «EITB-apartheid» a nuestra espalda, o al ver mi nombre en un zutabe o al hacerme saber el primo de Zumosol que no le acababa de gustar la terminología que utilizaba para referirme a los presos de ETA. Y miedo, no hace todavía tres años, al casi jugarme la vida en la A-8 junto a otro compañero para llegar a hacer, rodeado de cristales rotos, uno de los informativos de los que más orgulloso me siento.

Todo ese miedo, que ya no está,  me ha acompañado también  en los peores años de esta tragedia colectiva,  cuando  la rutina del atentado-represión-atentado y la propia vorágine periodística llegaron a volverme casi impermeable. ¡Cuántas veces, en los informativos especiales que acompañaban a cada atentado , con su ritual de concentraciones silenciosas, banderas y féretros, me sorprendía a mi mismo siendo capaz -como el cirujano ante el cuerpo abierto en canal- de tragarme mis temores y tomar distancia de todo aquel  dolor para, paradójicamente, hacerlo llegar al resto de la sociedad! 

Pues bien: se acabó. Vendrán otros miedos (a no hacerlo bien, a equivocarme, a ganarme enemistades) pero serán diferentes, serán humanos, serán miedos a la vida, no miedos a la muerte.

Por todo lo que acabo de escribir, porque siempre he pensado que miles se sentían como yo y porque he sabido -lo he visto en la Audiencia Nacional- que al otro lado de la barricada -con otros rostros y otras reglas- también existía el miedo, por todo ello,  lector, puedes creerme si te digo que soñaba con presentar  el Teleberri del día en que  ETA anunciase que abandonaba para siempre la violencia.

Pero no pudo ser. La vida es así: hay sueños que se cumplen y otros que no.  Y no hay que darle mas vueltas a lo que pudo ser y no fue. Es mejor pensar en lo que todavía puede ser. Por eso, el viernes 21, desnudo en la ducha, con la primera sensación de claridad colándose por la ventana, pensé:

-Hoy cada «egunon» (buenos días) que se diga en este país va a salir de muy dentro. No lo vamos a decir por decir, no va a ser pura cortesía. Hoy «egunon» es de verdad.

E inmediatamente me asaltó esta canción. Es del álbum Ezekiel, de Itoiz, una joya musical que -me atrevo a decir- si la hubiera firmado Pink Floyd sería objeto de culto en todo el mundo. Para los que no sepáis euskera dice así:

Buenos días, nuevo día, buenos días/ adiós, noche/buenos días, mar y montes/buenos días, viento/ven, luz del día, a los ojos/guía los pasos de hombre.

Y casi simultáneamente acudieron dos imágenes que -pensé- podían reflejar lo que miles de vascos sentíamos aquella mañana. Una era la del amanecer de ese «egunon» 21 de octubre, la otra era una sonrisa.No.Mejor. Muchas sonrisas.

Y con todo eso en la cabeza,  empecé a dar la txapa para tratar de hacer un video de cierre. No me voy a extender con el making of pero sí diré que cuando parecía que no salia, los astros se alinearon para que pudiese hacerlo. No es la primera vez que el azar se pone de mi parte. algún día os lo explicaré. También es cierto que me lo tome como un empeño personal. Quería que esa canción y esas imágenes llegasen a la gente. Quería aportar algo. Un par de cómplices, la buena voluntad de varios mas  y, finalmente, el buen criterio de quien tenía mano para que el este video llegase a emitirse, hicieron el resto. Solo después de verlo emitido me di cuenta de una cosa: no había podido abrir el Teleberri soñado…pero lo había cerrado. Y me sentí, si cabe, no lo sé, todavía un poco más feliz.

Acerca de JUAN CARLOS ETXEBERRIA

Periodista vasco. Trabajo actualmente en los servicios informativos de Euskal Telebista (ETB) como presentador del informativo Teleberri 2.
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8 respuestas a Muy personal

  1. igor dijo:

    Eskerrik asko, beste behin, Juan Carlos!!!

  2. erral dijo:

    Juan Carlos:

    Esa sonrisa, ese egunon de todo corazón fueron las dos primeras cosas que vi el viernes: la sonrisa a un ciudadano que iba a trabajar con un periódico en la mano, el egunon el mío al conductor del autobús que me lleva a trabajo.

    Gracias a todos los periodistas que trabajáis aquí y mil gracias por los directos como el del diario vasco, el Teleberri del día de la bomba a EITB o el cierre de este primer Teleberri de la nueva era.

    Eskerrik asko bihotzez.

  3. juanma molinero dijo:

    No había visto el vídeo. Estos días no da tiempo ni a leer el propio periódico en el que trabaja uno. Oso polita. El relato colectivo (personal) de todos los periodistas que trabajamos en este país permitiría a la gente entender mejor estos últimos 30 años.

  4. Pingback: ETA R.I.P. | Modpress

  5. icalzada dijo:

    Agian argitaratutakoa interesatuko zaizu, Euskal Hiria-ren ene liburua.
    Eusko Jaurlaritzak bertsio long play eta Innobasque-ek bertsio single.
    Aurki http://www.igorcalzada.com eta euskalhiria.org-en ere
    izan ondo.

  6. Topo Corleone dijo:

    Make your dream comes true!!!! ZORIONAK !!!

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