Días de tele

Estos son días de tele. Y perdonen el reduccionismo pero yo vengo a hablar de mi libro, o sea, de los informativos diarios. Da cierto vértigo asomarse al balcón de marzo ( metáfora coyuntural donde las haya) y mirar los datos de audiencia de los Teleberri. Con un diferencial medio de 5-6 puntos de share respecto a lo que teníamos antes, hay días que doblamos el número de espectadores de hace un mes. En febrero una media del 21% de share entre  las 21:00 y  las 22:00  reportaba (en Euskadi)  una horquilla de 120.000-135.000 personas,  dependiendo del día y de la competencia. Ahora no bajamos de 200.000.

El pasado dia 19 de marzo alcanzamos la que ( si la documentación no me falla) es la cifra media de espectadores más alta de la historia de Teleberri: 264.000. Ha habido unos cuantos  con shares más altos que el 27,8% que dimos ese día, pero nunca había habido tanta gente delante de la televisión por razones que no hace falta explicar, así que la cifra supone un hito jamás registrado. Y hemos contado cosas muy gordas, del 11-S al 11-M, pasando por nevadas, inundaciones, el cese de la actividad violenta y la posterior disolución de ETA, cambios de gobierno en Euskadi y en España, declaraciones unilaterales de independencia en Cataluña… Nada como esto. Me atrevo a augurar que ese hito del 19 de marzo tiene fecha de caducidad y además espero que próxima en el tiempo. Los 264.000 espectadores se pueden quedar cortos tan pronto como nos toque explicar el cuándo y cómo del levantamiento del estado de alarma y de la alerta sanitaria. Porque quiero pensar que esa y no otra va a ser la gran noticia del mes de abril. Por favor, abril. Que no sea mayo.

No quisiera sonar autocomplaciente. La cuota de mérito de los datos que acabo de ofrecer no es mucho mayor que la que tiene el o la cajera del supermercado de mi barrio en el aumento de facturación del negocio de sus patrones las últimas semanas. Sin embargo,  del mismo modo que uno elige dónde comprar las alubias, en el mando a distancia( insisto, en informativos)  el personal está optando por ETB. Así que esta crisis ha zanjado dos debates fundamentales. El primero el de si «sería buena idea cerrar la terraza para ampliar la sala». NO. El segundo es el de la utilidad y vigencia de las televisones autonómicas.

Tengo que hacer ímprobos esfuerzos por no traer a este blog afirmaciones publicadas y firmadas hace bien poco que aseguraban que proyectos como el de ETB y más específicamente ETB2 carecían de sentido. No lo voy a hacer por no caer en el ventajismo pero me parece que el debate queda superado por la vía de los hechos. Ahora mismo, en la información televisiva, las cadenas autonómicas son las únicas que pueden ofrecer al espectador el contenido que demanda. Un Telediario o un  La Sexta Noticias están obligados a diseñar escaletas ( guión de contenidos) generales, salpicadas de spots de información caliente ( un brote especialmente virulento en una residencia de Guadalajara, una trifulca en Cádiz una violación del confinamiento inopinada en Vigo) pero inevitablemente dejan fuera de foco lo que informativamente y en el sentido más puro del término resulta más relevante:  lo que la gente NECESITA saber. Claro que impresiona ver un hospital de campaña como el del Ifema pero yo quiero saber cómo estan las residencias de mayores de Gipuzkoa porque tengo alli , digamos, a mi padre. Y quiero información sobre las UCI, no en genérico, sino sobre aquellas en las que sé que puedo acabar. Y lo mismo pasa con el suministro de mascarillas, con la cola del supermercado o con el incemento del paro. Por mucho mando único que haya en esta crisis global, lo local es lo que cuenta. Y dicho esto, resulta que además ETB tiene a algunos de sus mejores profesionales desplegados ( y no desde ayer) en corresponsalías, lo que nos permite ofrecer, junto a lo local, lo más general. Esta resultando muy interesante comprobar en las curvas de audiencia cómo las crónicas de Ane Irazabal, Amaia Uribe y Olatz Urkia desde Italia, EEUU y China ( referencias incuestionables) son algunos de los momentos más seguidos del informativo junto a los temas de arranque, que suelen ser, por la pura lógica informativa antes explicitada, los más cercanos geográficamente. Que no se me entienda mal. No hemos inventado la pólvora. Ya estaba inventada. Pasa como con la actual estrategia en los tratamientos médicos. Ahora mismo no se están elaborado nuevos fármacos contra el Covid sino que se están probando los que ya se tienen en el mercado para ver si funcionan. Haciendo el paralelismo, nosotros ya estabamos inventados y ahora mucha gente está descubriendo que, al menos en este momento, somos muy útiles como canal de información.

Mención aparte merece ETB-1. Confieso que el empujoncito final que necesitaba para sentarme a escribir este post despues de 3 años de silencio bloguero me lo ha dado un tweet en el que se afirma que «ETB2 es el coronavirus de ETB1». Veamos. El equipo que hace Gaur Egun y Teleberri es ( con un par de excepciones entre las que está, claro, el presentador/a)  exactamente el mismo.  El guión de contenidos ( orden, contenidos, formatos) tambien lo firma la misma persona y las variaciones entre euskera/castellano son mínimas. Todo eso tambien ocurria antes pero, ahora, en estos informativos monotematicos, de forma más acusada. Siendo, por tanto, la figura del presentador/a el cambio más relevante entre GE/TB, añado que -por lo que a la segunda edición respecta que es la que conozco ahora mismo- Yerai Díaz y un servidor compartimos e  intrecambiamos a diario y constantemente datos, criterios, enfoques y hasta textos de los titulares que acompañan algunas imágenes. Luego cada cual los presenta con su estilo,  sus palabras y sus habilidades,  ni mejores ni peores que los del otro y desde luego, con una solvencia y una profesionalidad que ya hubiese querido para mi en mis comienzos como presentador. Por tanto, mismo contenido ( no hay otro ahora mismo) misma edición, mismos profesionales y…20 veces menos espectadores en el mismo informativo. Si en vez de terminos absolutos usamos los relativos ( share) la proporcion sigue siendo de más de 10/1 a favor de Teleberri. Por citar un ejemplo reciente, acabamos de tener 10.000 espectadores en GE2 frente a 230.000 en TB2 el mismo día con 60′ de diferencia en el horario de emisión, 10′ menos duración en GE2 y ningun hecho relevante ocurrido entre ambos informativos que explique semejante desequilibrio entre uno y otro. Busquemos, por tanto, otras razónes.

-«Es es idioma, estúpido»

Ah, claro. Afortunadamente los informes de audiencias nos indican qué proporción del  total de euskalhiztunak (vascoparlantes)  esta viendo la televisión en cada momento. Bueno, el día al que corresponden los datos antes mencionados 4,4 de cada 100 euskalhiztunak eligio informarse en euskera viendo GE2. Una hora más tarde el porcentaje de euskalhiztunak que estaba viendo Teleberri eta del 33,8%. Siguen siendo 7 veces más a favor del informativo en castellano.

-«Es el access, bocachancla»

Vale. Descontemos ahora el impacto del access, es decir, el numero/proporcion de espectadores que el programa inmediatamnete anterior deja al siguiente. En el caso de ETB1 era una reposicion a la que GE2 triplicó. En el caso de Teleberri un programa grabado de recetas al que también triplicamos. Quiero decir con esto que siendo importante el access  en circustancias normales ( fundamental, de hecho) la excepcionalidad de este momento informativo hace que no tenga tanto impacto en lo que estamos analizando.

-Es el horario, imbécil

Efectivamente Teleberri tiene un horario más próximo al prime time, que es cuando más gente se concentra ante la tv. Es una ventaja innnegable y afecta sobre todo al rating. Ya saben, una cosa es la tasa de contagios diaria (share) y otra el numero de contagios (rating)    Desconozco cuántos miles de euskalhiztunas que están deseando informarse con GE tenían dificultades para compabilizar su rutina laboral y social con los horarios de ETB1 pero si estoy seguro de que en marzo han sido menos que en febrero…y los datos no evidencian cambios de patrón relevantes de un mes a otro. Personalmente solo diré que yo antes de salir de Donostia a Bilbao procuro no perderme el arranque de GE1, aunque sean los 10 primeros minutos. A mi me ancaja en mi horario. Digo yo que igual durante el confinamiento algún mínimo cambio de horarios podrían hacer todos los que echan mano del argumento de que los horarios de GE son infinitamente peores que los de TB.

-Es el hábito con la cadena, capullo

Bueno, nos vamos acercando. ETB ha intentado muchas veces poner de su parte para modificar esa rutina del telespectador vascoparlante. Ha habido múltiples apuestas y sería tan tonto negarlas y olvidarlas como no reconocer que no han sido efectivas. Ahí la casa tiene una responsabilidad porque estamos hablando de algo estructural, no ligado a esta coyuntura.  En los informativos diarios creo que hemos tratado de ser escrupulosos y cuidadosos pero con márgen de mejora.  Históricamente  no siempre hemos puesto el mismo esfuerzo informativo en ETB1 que en ETB2, por ejemplo, en los programas especiales. Ahí tenemos un factor a tener en cuenta pero, cuidado, muy matizable. El ejemplo más claro lo tenemos en las noches electorales. Mismo contenido, mismo horario, enorme desequilibrio en el resultado final. Solo añadiré que no conozco un caso en el que una misma redaccion de TV de canal no temático  ponga en antena diariamente dos informativos seguidos en dos idiomas. El esfuerzo de medios y recursos es brutal. Compañeros de otras autonómicas se creen que tenemos dos redacciones.  Solo les diría: ven y cuéntalo. Pero, ojo, que nadie entienda que estoy defendiendo que haya que elegir entre dedicar esfuerzos a un informativo en detrimento de otro porque…

-Es que no nos da la gana, joder.

Eso ya me encaja más. Y ahí no hay nada que decir que nos sea recordar al poeta

«Hizkuntza bat ez da galtzen ez dakitenek ikasten ez dutelako, dakitenek hitz egiten ez dutelako baizik»

Pues eso, que un mínimo de autocrítica en este punto que, a diferencia de otros, no suelo ver reflejado en este viejo debate nos vendría de perlas. Autocritica, sí. Con la que me hago yo por no haber escrito este post en euskera puede servir para empezar pero que no abusen de la dosis los que tienen perdida la costumbre en estos tiempos de vergonzoso anonimato twittero. El uso indebido de este medicamento puede provocar un fallo sistémico irreversible.

Resumiendo: si el informativo tiene los mismos contenidos, enfoques y formatos, lo elaboran los mismos profesionales y su access tiene similar impacto en los ratios  finales de audiencia…el coronavirus de ETB1 no es ETB2 o por lo menos esa afirmación es tan reduccionista que produce sonrojo. La puedo entender como mecanismo de defensa pero me resulta de un simplismo tan grande que sospecho que en el fondo responde a una corriente de fondo ( legitima y respetable, claro) que aboga por la desaparición de ETB2 y que ETB1 quede como la única cadena generalista de ETB. Sobre el tema ya he escrito hace años aqui y no voy a repetirme. No lo comparto. Lo que me parece que está fuera de lugar es aprovechar estas circustancias para construir argumentos que no se sostienen.

Aquí lo dejo por hoy y quien sabe si por otros 3 años. Creo que no será tanto tiempo. Hay algunas frase que he leido estos días y que resuenan en mi cabeza, frases del tipo «no estais entrando en los hospitales porque no quereis enseñar lo que alli está pasando» que superada la tentación inicial de responder «¿se te ha ocurrido que dijiste lo mismo en Fukushima?» darían para otro largo post. Sin duda hay  que analizar los límites y autolímites que el periodismo esta teniendo en esta crisis. El equilibrio entre la información oficial y la que te llega pero nadie te confirma, entre la que se deduce de los datos y la que modulan los gabinetes de comunicación como si el personal no supiese sumar y restar, el justo punto entre la responsabilidad social, la ética profesional y social  y la base de este oficio que es contar lo que está pasando. Todo un temita al que no puedo dejar de darle vueltas con nulo éxito.

Como dice el colega del DV Alberto Moyano «ante quien tiene una explicación inexpugnable para todo solo cabe sentir primero respeto, luego admiración y finalmente envidia(…)»  No se me ocurre mejor final para este post. Además, intuyo que me va a permitir ahorrame unas cuantas respuestas. A ella me remito si el lector que ha llegado hasta aquí considera que todo lo anterior tiene otro proposito diferente al desahogo y la reflexión sobre la actualidad y el periodismo que se prometen en el subtítulo de este olvidado y «covidrecuperado» blog  «Once upon a time in the web»

 

 

Acerca de JUAN CARLOS ETXEBERRIA

Periodista vasco. Trabajo actualmente en los servicios informativos de Euskal Telebista (ETB) como presentador del informativo Teleberri 2.
Esta entrada fue publicada en Actualidad, teleberri y etiquetada , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario