Responsabilidades compartidas

De lo ocurrido en la Universidad de Deusto en las últimas 72 horas pueden extraerse muchas conclusiones pero una de las más relevantes tiene que ver con la incapacidad que a diario mostramos las personas para asumir nuestras propias responsabilidades. Los alumnos culparon a la Universidad de falta de seguridad en su red wi-fi, la universidad a los alumnos por no adoptar una mínimas cautelas en la configuracion de seguridad de sus Smartphones, los espectadores han culpado a los periodistas de buscar el morbo, los periodistas han culpado a sus editores por pedirles que elaboren informaciones  a contrareloj y sin apenas margen de verificación de los hechos y así podría seguir unas cuantas líneas más

Pero en esta tragicomedia todos tienen su cuota de razón y de sinrazón.

Veamos.

Los autores del robo de las fotografías

Son, evidentemente, los máximos responsables de este desaguisado. Probablemente hayan incurrido en varios delitos, desde robo a vulneración de las comunicaciones, el derecho al honor y a la intimidad. Si les pillan, que les pillarán, se les va a caer el pelo.

Los afectados

Sí, son las víctimas. Tienen todo el derecho a hacerse fotos desnudos y desnudas y enviárselas a quien quieran. Pero es evidente que llevando esas fotos en un móvil y conectando ese dispositivo a una red abierta han asumido unos riesgos demasiado grandes. Han sido imprudentes lo cual no justifica de ningún modo lo que les han hecho.

El resto de los alumnos

Hemos visto a decenas de alumnos manifestarse en apoyo a sus compañeros afectados y en demanda de respeto para su intimidad. Esa es la parte buena. Yo tengo una pregunta para los alumnos en general y puede que para algunos  no alumnos también: después de que los autores del robo de imágenes las difundan en una primera oleada ( y si hay una investigación policial ese momento será clave en la resolución de lo ocurrido) ¿no es cierto que la difusión de las fotos se realiza en cadena a traves de whatsup y por el viejísimo metodo de:

-¿Has visto qué pasada?

-No…¿qué?

-Unas fotos de tías de la Uni en bolas que andan circulando

-¿Pero son de la Uni?

-No sé. Dicen que sí.

-Ah, pues pásamelas

Sin las colaboración de decenas de alumnos la difusión de las fotos habría sido limitada pero no ha sido así. El morbo, el afan de notoriedad, el ser el primero o la primera en contarles a los demás «lo que hay» no ha sido un pecado exclusivo de los medios de comunicación. No soy ningun experto en redes y viralidad digital pero tengo muy claro que un altísimo porcentaje de este problema ha estado provocado por todos y cada uno de los que rebotaron esas imagenes a sus colegas.

La Universidad

Me da la impresion que la gestión que hicieron en  los primeros instantes del follón no fue la mejor. Lo ha resumido Iker Merodio en este post que no comparto en su integridad pero sí en la crítica que hace a quienes gestionaron la cuenta de Twitter de Deusto, ya que tenían que haber esperado a tener información contrastada y oficial antes de decir nada.

Los usuarios de Twitter, Facebook y otras redes sociales

El miércoles cerré Twitter y me fuí a la cama asustado y preocupado. ¿De verdad el personal se cree que se puede decir lo que quiera en público y sobre hechos que pueden ser constitutivos de delito?. Una vez le preguntaron a un cómico francés si uno se podía reir de cualquier cosa. Y respondió: «Sí, pero no con todo el mundo» Esa es la clave. Bromas, chistes zafios, barbaridades, tonterias…decimos todos, yo también, pero no se me ocurre difundirlas a través de un medio al que acceden millones de personas porque no sé a quien voy a herir, molestar, humillar con mis palabras, que son, no lo olvidemos, un arma muy poderosa.  Y menos aun cuando se acaba de un derecho fundamental como es el del honor y la intimidad. Por cada mensaje sensato que monitoricé encontré media docena de exhabruptos e insultos. Preocupante.

Los medios de comunicación

Permítanme que me extienda. En primer lugar la mayoría de las informaciones iniciales fueron parcialmente erroneas. Se hablo de hacking de la red de Deusto y otras inexactitudes. En segundo lugar, cuando los medios accedimos a las fotos no nos molestamos en comprobar si correspondían a archivos antiguos ya colgados en Internet, algo que si hicieron algunos internautas. Nos dejaron, nunca mejor dicho, con el culo al aire, porque esa pequeña comprobación via Google Images habría servido para  saber que la mayoria  de las chicas NO eran de Deusto, algo que han tenido que pasar 4 días para que sea  publicado en los medios.  Es cierto que no hubiesemos conseguido saber cuáles eran alumnas pero si cuales no lo eran. Si a mi me hubiese tocado hacerlo no habría sabido cómo pero no me ha costado mucho enterarme después de que algunos intrenautas me lo hiciesen notar. Por cierto, gracias. Para una próxima ocasión, colegas de profesión, guardad la página que explica como hacerlo. Podeis leerla aquí . De todas formas, que quede claro que los periodistas no nos hemos vuelto locos: entre las imágenes difundidas SI hay algunas de alumnos de Deusto. Eso esta confirmado por fuentes de toda solvencia

La inclusion de las fotografías en las informaciones de las TV merece capítulo aparte. Del mismo modo que no todos los alumnos o internautas han actuado igual de mal o igual de bien, no todos los medios han dado el mismo tratamiento al tema. Incluso dentro de un mismo medio ha habido diferencias notables entre unos espacios y otros. En el caso de ETB el tratamiento en informativos y en programas ha sido muy diferente y notablemente mas correcto en los primeros que en alguno de los segundos. Si tengo que poner un pero no me ha gustado la profusión con la que se han mostrado las fotos. Seguramente no habría que haber mostrado ninguna porque bastaba con decir que eran fotos de contenido sexual para que el espectador entendiese de qué estábamos hablando pero puestos a hacerlo ( por supuesto, pixeladas y bien pixeladas) no creo que hiciese falta poner más de una o a lo sumo dos. Personalmente, a toro pasado, creo que debía haberse evitado mostrar las fotos.

Tampoco me han gustado los equilibrios que las TVs han hecho para, sin afirmar que las fotos que mostraban eran de alumnas (porque no lo eran) dar a entender que podrían serlo. Ahí si que se ha jugado con el morbo. No voy a caer en el error de poner aqui  enlaces a las informaciones en las que se muestran esos contenidos. El que quiera que las busque.

En cambio, lo que brilla por su ausencia en las informaciones periodísticas son las respuestas  a las preguntas clave: ¿dónde estaban esas imágenes? ¿cuántas son de alumnos y alumnas y cuántas de desconocidos? ¿de cuántas fotos estamos hablando? ¿desde qué dirección o teléfono las reciben los primeros en hacerlo? Esa información es la que nadie ha dado.

De este lamentable asunto mucha gente podemos aprender muchas cosas. Y sin afan de pontificar, si este post le sirve a alguien para tener un poco más claras cuáles son las suyas, me doy por satisfecho. Yo ya me he apuntado las mías.

Acerca de JUAN CARLOS ETXEBERRIA

Periodista vasco. Trabajo actualmente en los servicios informativos de Euskal Telebista (ETB) como presentador del informativo Teleberri 2.
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